En la página web del Sr. Presidente Enrique Peña Nieto, algunos párrafos del contenido, se manifiesta:
“México inicia
una nueva etapa de su historia, solicita a los mexicanos ser protagonistas en
la construcción del nuevo país, en el que habrá mayor desarrollo y progreso.
Crear un México que no tan sólo sea orgulloso de su pasado, sino también mejorar el presente y conquistar el futuro.
Cuando menciona,
la confianza, para los 12 meses que vienen en el cual se enfrentan retos y
desafíos, realmente, se oye tan fácil, que hace crear mejores expectativas,
como desesperadamente desean los mexicanos, sin embargo, le invito estimado
amigo lector que hagamos un breve análisis de lo que se observa en este mes y
días que lleva Peña como presidente.
Todos, los que
estamos preocupados por el atraso del país cuando hacemos una concepción acerca
del pasado, presente o futuro de la sociedad, creemos en el derecho, en el
valor y eficacia de la política, cuando conocemos que las prioridades de México
son muchas, de la cual sobresale por encima, una que es esa maldita
desigualdad, que como dijo Javier Duarte, un presente que ya no puede ser,
donde pocos tienen mucho y esos muchos no tienen nada.
El tema es tan
antiguo que al oírlo hoy, en palabras y discursos del Presidente Peña,
podríamos desestimarlo ya por el desgaste ante lo imposible, que no se ha
realizado y que mantiene, que con el pretexto de 98 años de haber promulgado
Venustiano Carranza, el 6 de enero de 1915, la Ley Agraria, el evento realizado
en Veracruz, teniendo, como primera visita a Peña Nieto ya como Presidente.
Lo importante
que hay que reconocer, es que México no es un país pobre, es una nación
profundamente desigual. De ahí el problema del cual no han querido plantearlo
nuestros gobernantes como el error, error como el querer enfrentar la
desigualdad, transfiriendo recursos hacia quienes se consideran como las y los
menos aventajados, es así como desde los años 70 del siglo pasado, se han
apilado múltiples programas destinados para asistir a las poblaciones más
vulnerables, sobre todo, los que viven en áreas rurales, que son nuestros campesinos,
olvidados como a nuestros hermanos indígenas.
El discurso de
Peña prometiendo restablecer la fuerza y la rectoría del Estado para propiciar
un desarrollo con orden, con justicia, es buen augurio, pero… el pero de
siempre. El campo desde la época del nefasto Carlos Salinas, fue privatizarlo y
lo único que quedaba como producto de la Revolución, poco a poco fue enterrado.
Hoy, nuestros
campesinos partieron a los Estados Unidos, existen poblaciones, sin jóvenes,
hombres y mujeres, sólo son habitados por hombres a los cuales los venció el
tiempo y la edad. Otros, han emigrado a los grupos de malosos. Los pocos
campesinos, el producto de su trabajo, que lo realizan contra la adversidad,
resultan que por 10 pinches pesos, les compramos tres kilos de mandarinas,
chayotes, por decir algo. Solo un dato aterrador de la realidad.
En 11 años, los
gobiernos de Fox y Calderón, gastaron más de 87 mil MDD, para importar
alimento. En el 2011 el valor de la producción agropecuaria redujo
su participación a 3.39 por ciento del producto interno bruto (PIB). La
importación de alimentos ascendió a 13 mil 146 millones de dólares, nivel sin
precedente en la historia de México.
Las
importaciones mexicanas de trigo alcanzaron un nuevo récord, al sumar 741 millones
de dólares. Subió la compra en unos cuantos meses, un 30%, superando el récord,
en los registros de la historia. Me estoy
refiriendo a algunos aspectos de la situación real del campo mexicano, reto
como dice Peña, para que entre todos, se haga producir el campo mexicano y de
esta forma se comprueba lo expresado por nuestro Gobernador Javier Duarte, al
decir, que el campo es la solución a los problemas del país, y exhorto a
considerar este rubro como asunto estratégico del presente y futuro, para aprovechar
el potencial del campo, que olvidaron todos los gobiernos que han aplicado
recetas neoliberales. Javier expresó así mismo la importancia del Estado como
escaso productor del campo y de las necesidades para que la Federación
fortalezca para aumentar la producción y así dejar de importar, algo, que hoy
todo viene del extranjero, como para darles vergüenza a nuestros políticos.
Javier Duarte con esta declaración, se agigantó, ante los avatares de quién, da
muestras de hacer política, pero visceral.
Lo menciono,
porque, Peña, pide apoyo al pueblo, unidad de todos sin distinción de colores,
para trabajar en aras de hacer un país mucho mejor. Pide unidad, pide y dice
ser incluyente, pero el desaire a la Presidenta Municipal de Veracruz, dice
todo lo contrario. No gustó esa actitud del Presidente recién llegado.
Duarte afianza
liderazgo y convence, que es respetuoso, institucional, pero hablando de la
gran política de altura, dio muestras de su madurez y de lo que desea de
bienestar para Veracruz. Brillante discurso de Javier Duarte. Sin demagogia,
directo y claro.
Insisto, el país
está jodido, por aplicar lineamientos del neoliberalismo y porque no se quiere
aceptar, que la macroeconomía, que tanto defienden, ha sido un total fracaso en
los últimos 30 años, contrario a lo que prometían sus impulsores, que no se tradujera
ni el crecimiento, ni el desarrollo económico y que sólo ha subordinado el
bienestar social a los intereses del capital financiero.
Ojalá y el
gobierno de Peña, del PRI, no vuelva aplicar las mismas tesis, aún cuando, las
primeras reformas, asustan porque están siendo rápidamente aceptadas, sin dar
tiempo a consensos, ni análisis. Como que urge. Y el país no está para hacer
experimentos, ni caprichos, ni imposición.
Javier Duarte
bien, excelente. Peña Nieto ambiguo, prometedor, pero, ahora hay que observar
cómo se decide el decir de los hechos. Por lo menos,
está visita del Presidente priista Peña Nieto, a un Estado con gobierno priista
pero de tal importancia, como productor de energéticos, petróleo, luz, así como agropecuario, agregamos su importancia política en el mapa reactualizado
en el país. Esperemos recomposición, fortalecimiento, armonía, respeto, y
lógicamente, el apoyo de la Federación. Peña Nieto, al Estado de Veracruz.
Eso y otras
cosas pendientes, son algunos detalles que irán saliendo como resultado de la
visita del Presidente de México a nuestro Veracruz, liberal, laico y
carrancista.
@ArturJaramilloP