RAZONES
DR. ARTURO JARAMILLO PALOMINO
@ArturJaramilloP
Nuestra historia como país,
tiene grabado muy superficialmente, pero que cala hasta los huesos, esas
heridas que nunca cerrarán por haber manejado y obligado a nuestro glorioso
ejército, para reprimir, golpear y asesinar al pueblo, cuando este último se ha
colmado de furia, ante el desgobierno, prepotencia y arbitrariedad del poder
político.
Gobernantes que en su momento
hicieron un servicio a nuestra patria, pero que han pasado a la historia como
represores, intolerante y asesinos, al masacrar al pueblo, ese ha sido su lugar
en la historia de México. Hemos vivido y vivimos, una dictadura imperfecta,
ante el abuso del poder de los gobernantes que en su turno, solo han
implementado reformas que van en contra de nuestro propio país. Unos manejando
con abuso del poder a nuestras fuerzas armadas para reprimir sus reformas que
han desnacionalizado a nuestra patria. Pérdida de soberanía, pérdida de
independencia, pérdida de sus bienes, como el petróleo, minas, ríos y bosques.
Si comparamos otras épocas de
abuso del poder, hoy, sin equivocarse, estamos peor. El poder del gobierno
priista, con Peña Nieto, ha sido la catástrofe, nos lleva al abismo para que se
rebelen los millones que estamos inconformes y que rechazamos todas sus
estrategias, sean económicas, fiscales, educativas o para mantener un control
de la inseguridad, que han sido la peor medicina en toda la historia.
Peña Nieto, sobresale en abusar
del poder, al compararlo con LUIS ECHEVERRIA o DIAZ ORDAZ, que ya es decir
algo. Importándole madre, la Constitución, que define cuál es la misión y
función de las fuerzas armadas, ignorándola o violentando los preceptos en ese
documento que rige al país; Peña Nieto obliga perversamente a que actúen como
policías, llevándolos a que gran parte de los mexicanos, vean con mala cara y
se expresen mal de nuestras fuerzas armadas. Estamos viviendo episodios muy
desgarradores de acontecimientos donde aparecen criminalizando al ejército
mexicano.
La Comisión Nacional de los Derechos
Humanos tiene expedientes abiertos, donde investigan el involucramiento de las
fuerzas armadas, en hechos como los de AYOTZINAPA, TLATLAYA, APATZINGAN,
TANHUATO , AQUILA, LA CALERA, por mencionar algunos, y en todos hay muertos y
en todos inmiscuyen al ejército como responsable. Realmente se trata de una
cadena de gravísimos incidentes donde dichas violaciones a los derechos
humanos, existe la participación del ejército.
Que quede claro, el ejército mexicano
no es policía, tiene bien definida su misión y obligación en la Constitución. El
anterior Secretario de la Defensa así como el actual, han expresado de que no
es obligación del ejército comportarse como policía, que por eso hay otras
agrupaciones que tienen la obligación de atender esos problemas. El General
Cienfuegos, inclusive, como ningún otro, ha expresado en conferencias la
defensa del ejército y ha externado públicamente su petición de ser enviados de
vuelta a los cuarteles, sin embargo, Peña Nieto se hace el sordo, y comete un
error histórico que se le va a cobrar en el futuro, y aunque en cierto momento
se ha pretendido defender al ejército, como hace unos días en TLAPA, GUERRERO,
donde expresa que algunos se empeñan en manchar el esfuerzo que realizan las
fuerzas armadas, realmente, tal declaración es desafortunada, porque el
deterioro de la imagen y credibilidad de esas corporaciones, es cada día peor,
por los repetidos acontecimientos muy lamentables.
No queda de otra, para volver
a confiar en nuestro ejército mexicano, es necesario, esclarecer los hechos en
los cuales inmiscuyen al ejército,
aplicar sanciones, sin excepción alguna, respetando los derechos humanos. Si
esto sucediera, el ejército saldrá fortalecido, por el contrario, la complicada
corrupción e impunidad, causarían un daño irreparable a su prestigio, al
heroísmo en el que se ha conformado y a su legitimidad.
Señor presidente de la República
LIC. ENRIQUE PEÑA NIETO, sus famosos mandos únicos, no dan resultados, ahí es
por donde debe usted empezar. Deje al ejército en paz, regréselo a su misión
constitucional, a los cuarteles, el ejército no es policía. No viole más la
Constitución General de la República, no cause más el debilitamiento, confianza
y lealtad de nuestro glorioso ejército nacional. No pudra más las
instituciones, una de las cuales que nos queda de respeto y seriedad por su
patriotismo son las fuerzas armadas. Deje de jugar con la patria de Juárez,
deje de jugar al dictadorzuelo, sea un verdadero y patriota presidente del
país, sea respetuoso de la democracia y permita la existencia de la división de
poderes y de nuestras instituciones. Deje de querer solo poder, fortaleza
política y ame a México, ame y respete a nuestro país, ya no más políticas
dictatoriales, ya no más políticas antidemocráticas y demagógicas; tenga claro
que el país se le va de las manos, recapacite y realice lo correcto.
¡Recapacite SR. PRESIDENTE!
Nuestras fuerzas armadas son el sostén del país.