lunes, 11 de julio de 2016

OBISPOS LOS APOCALIPSIS parte II

RAZONES

DR. ARTURO JARAMILLO PALOMINO

@ArturJaramilloP


Ya registramos que la campaña de odio y rebelión de los obispos mexicanos en contra de las disposiciones legales consagradas en la Constitución General de la República y en el artículo 1° sobre el Derecho a la Igualdad y no Discriminación y a la vez como orden jurídico.

La Iglesia Católica como mayoritaria y que siempre ha disfrutado beneficios, por la complicidad y la cínica hipocresía de políticos gobernantes, que diciéndose católicos, guadalupanos practican su fe, por estar siempre envueltos en la más punible de moral y ética.

Otra vez, la Arquidiócesis de México califica como injusta e inmoral la iniciativa del Presidente Peña Nieto (miembro del Opus Dei) que ha propuesto la legalidad por respeto de los derechos humanos de los homosexuales, y a la vez poder adoptar.

Nada más califique la estupidez de la jerarquía política de la Iglesia Católica al decir, como el Obispo Felipe Arizmendi que la homosexualidad es “contagiosa” o que se debe a una “discapacidad mental”, o lo dicho por otro Obispo Carlos Briseño que a ese grupo de la sociedad debería practicárseles un estudio científico.

Hay casos como el Obispo Luis Felipe Gallardo Martín que define lo que es normal y lo anormal, otro Obispo, Jonás Guerrero Corona que de plano se “burla” cínicamente de la propuesta por el Presidente Peña.

Es inaudito que esta caballada de ataque y de falta de respeto al Estado de Derecho, al Estado Laico, con la finalidad de atacar al Papa Francisco y contradecirlo en su mandato quién ha expresado “quién soy yo para criticarlos”; todo es expresado principalmente en los editoriales del periódico político de la arquidiócesis de México que encabeza el otro Obispo distinguido Norberto Rivera.

Esta cruzada de odio, de rebelión de los curas ante la iniciativa a la reforma donde garantiza en todo el país el respeto al derecho a un matrimonio sin discriminación y entre personas de igual sexo, sin discriminación por motivos de origen étnico, discapacidades, condiciones de salud, religión, género o preferencia sexual, por cierto ya contemplado y determinado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Pues bien este avance de justicia social, ha motivado la “rebelión de las sotanas”, creando perversamente una “homofobia brutal” que afecta la convivencia humana. No entienden o se hacen, que la homofobia mata. En México hay registrados entre (1955-2015) mil 310 asesinatos, de odio. 65 promedio por año.

México es el segundo país con más crímenes de odios, solo por debajo de Brasil. La desgracia es que existen funcionarios en los tres niveles de gobierno, así asociaciones civiles que practican la homofobia y luchan perversamente para que no se apruebe dicha iniciativa.

Los obispos, los curas de la iglesia católica siembran odio tal, contra los homosexuales que cada día es más repulsivo. Retan, desafían los altos jerarcas de esta iglesia de la “misericordia y compasión, envileciendo con su participación en la vida política del país, olvidando sus propios pecados mortales, como su alta pederastia, entre los curas, solapándolos, encubriéndolos, o enviándolos a “retiro” para que Dios los perdone y se “curen” del mal de pederastas y pedofilia.

Ya, la otra vez Norberto Rivera declaró que la iniciativa del presidente Peña Nieto es “profundamente inmoral y antidemocrática”. De esta estrategia, la jerarquía política de la iglesia católica, haciendo a un lado la misión ordenada por Jesús, se embarca en una campaña perversa y cínica contra el Estado Laico que se inicia desde las Leyes de Reforma por el Benemérito Juárez García.

Hoy, como ayer, la Iglesia Católica mexicana y lógicamente sus jerarcas, con sus organizaciones seculares, se han lanzado con todo y contra la reforma presidencial. Con una posición ficticia, circularon en los medios de comunicación, que  la perdida electoral este 5 de junio, se debió a la participación, abierta y sin escrúpulos  de estos religiosos farsantes.

Con un fuerte activismo político, en calles, en pulpitos, en su prensa, radio y tv., los obispos de varias entidades del país, desplegaron contra la iniciativa al art. 4° este activismo que incluyó llamados en algunas parroquias antes de las elecciones, para que los católicos votaran contra el PRI y que por ello el partido recibió merecido fracaso.

La ley constitucional es clara y concisa, cuando se refiere a la separación- iglesia- estado. Es muy claro hasta dónde está permitida la participación de la iglesia, lo saben y también conocen la idiosincrasia de los gobernantes que se dicen representar al Estado Laico, pero lo violan en todo su contenido.

Aunque el Secretario de Gobernación ha expresado que no “violaron la Constitución”, es solo una muestra de la hipocresía de nuestros gobernantes, al no responder y hacer válido el Estado Laico.

Sería lo más catastrófico que la actividad política fuera controlada y estuviese a disposición por el poder (ficticio) de la Iglesia Católica.

Ni pensar que una propuesta política social-moral, ética y sobre todo apegada a la ley, como es la defensa de los Derechos Humanos, impulsada por el Ejecutivo, “fuera” nulificada por los intereses de la Iglesia Católica.

Ni quiero pensar lo que vendría, si el gobierno de un Estado Laico, fuera controlado bajo el manto de las ambiciones desmedidas y perversas de un puñado de individuos mexicanos, que visten la sotana y ocultan sus perversidades y que dicen ser representantes de la Iglesia Católica, representantes de Dios.