RAZONES
DR. ARTURO JARAMILLO PALOMINO
@ArturJaramilloP
Por
como se percibe en el mundo, la gran incertidumbre por múltiples factores que suceden
todos los días en distintos ámbitos causando graves crisis, no se visualiza
“algo” que esté actuando para remediar la devastación de la humanidad.
Surgen
cada día más y más agentes del mal y pocos resolutivos ¿será así este ciclo de
vida de las sociedades? ¿Por cuánto tiempo? ¿Y después qué viene?
Agonía
presente por los estragos de situaciones caóticas por los problemas económicos,
políticos, de derechos humanos, por la grave inseguridad, racismo, indolente
terrorismo infrahumano, hasta castigo de la naturaleza causante también de
graves estragos, destrucción y muerte, entre otros.
Si
este es un panorama terrible en el mundo, aquí en nuestro México, que por
lógica no es ajeno, solo con el sello propio de su idiosincrasia, que incluye
como responsables a gobiernos de los tres niveles, partidos políticos, sin
excepción, y ya no defienden ideología o mística filosófica de patria, sino que
ponderan y rigen por el poder del dinero, incluye a los llamados “políticos” que
se creen poseedores de la verdad y justicia, se incluyen empresarios, académicos,
mujeres, jóvenes y en general, también participan en forma activa la misma
sociedad, nadie está excluido.
Unos
cuantos defienden los principios de historia, cultura, justicia y la búsqueda
del bienestar social. Sin embargo, son tan perceptibles esas actitudes
decadentes, que hasta la misma Iglesia Católica y su alta jerarquía
eclesiástica, encabezada por Norberto Rivera, quien con un gran cinismo, traiciona
los principios de la misma, al criticar lo señalado por el Papa Francisco, en
su visita a nuestro país. Como si este último hubiera dicho mentiras. Sus
mensajes se apoyan en la triste, pero real triste situación de nuestro país.
Si
nos referimos al futuro de este México que nos ha tocado vivir, sufrir y
deseosos de cambiar al camino correcto, nos encontramos en un clima asfixiante.
Quienes deben conducir con orden, justicia y bienestar están manchados del
mismo mal.
Por
ejemplo, a nivel nacional, el presidente Peña, en lo que al parecer era una jugada
estrella con su llamado “Pacto por México”, con la compra y complicidad de los
principales actores y partidos políticos, a estas alturas, ya corriendo el
cuarto año de gobierno, sus famosas reformas estructurales, ya demostraron su
fracaso y causas nocivas al país y a los mexicanos en general.
Por
estas mismas causas locales, aunado a los fracasos en su política exterior, el
gobierno y el presidente Peña, gozan de una pobre aceptación de su actuar. Tan
pésima es, que en días pasados, uno de sus hijos fue abucheado por parte de la
sociedad al acudir a una plaza comercial.
Así
tenemos, la reforma educativa, que en lugar de orientar la pedagogía, sus
fundamentos para convencer a los dignos maestros, pero también, escuchando sus
propuestas de enseñanza y a la que tantos años, mostrando graves carencias no
solo de escuelas en el medio urbano, sino lo peor a nivel rural, se les impone
una reforma laboral y al sentir que no aceptan tal imposición, los golpean, los
encarcelan y los obligan a realizar exámenes (?) bajo la presencia de policías
y de nuestro glorioso ejército.
¡Fracaso
rotundo!
La
reforma de telecomunicaciones, no tan solo no fue plural y de libertad, sino que reforzó el divorcio de Televisa-Azteca.
Con
la Reforma Fiscal, ahora hay más ricos y se agrandó la base piramidal de
pobreza a pobreza extrema. Cierre de micro-empresas, empresas familiares, devaluación
del peso. Aunado a los problemas económicos mundiales, como es el bajo precio
del petróleo, la reducción de gastos de la federación, tanto en su estructura
de gobierno como de gobiernos estatales y participaciones a los ayuntamientos.
Y
para referirme a los resultados de la Reforma Energética, cuyos resultados nos
hacen un futuro más oscuro y sin rumbo. Veamos un poco de historia para su
comprensión y definir si les preocupa a nuestros gobernantes, el futuro de
nuestra patria juarista.
El
Presidente de la República, Lic. Adolfo López Mateos al dirigirse al país para dar
a conocer que se había tomado la
decisión de nacionalizar la industria eléctrica, expresó lo siguiente: “pueblo
de México, les devuelvo la energía eléctrica que es exclusiva y propiedad de la
Nación. Pero no se confíen, porque en años futuros, algunos malos mexicanos
identificados con las peores causas del país, intentarán regresarlos a los
mismos explotadores”.
La
Constitución es muy clara: los recursos energéticos y los yacimientos
petroleros son a perpetuidad, propiedad única y exclusiva del pueblo mexicano,
industrializar el país no implica una subasta pública de nuestros recursos
naturales, ni la entrega indiscriminada del patrimonio de la patria.
¿Qué
más puedo expresar con preocupación, estimado amigo lector? ¿Cuál futuro
esperamos? ¿A quién le interesa y preocupa el futuro?
Tenga
la seguridad, de que existimos y defenderemos con la razón, justicia,
perseverancia, y valor firme los principios de la Nación.
¡Usted,
un servidor! Y muchísimos e incontables más sí nos preocupa el futuro de
nuestros hijos, nietos. De la sociedad, de la patria, de nuestro Veracruz y
patria de Juárez. No claudicar ante los avances de la sinrazón y malos
mexicanos.