RAZONES
En mi colaboración anterior me
referí al grave problema de una crisis humanitaria, que nos envuelve a todos,
sin exclusión, en relación a nuestros hermanos migrantes.
Este problema, con una gran
influencia del grado de cultura y de educación, en el cual se agregan otros
factores, como de salud y seguridad pública. Hay que reconocer y aceptar que
tanto el gobierno norteamericano, con sus políticos, sean republicanos o dizque
demócratas, son un pueblo racista, discriminatorio, principalmente los estados
del sur.
Obama, a pesar de ser quien es
y de su origen, es racista, México y sus pobladores, también somos racistas y
discriminatorios. Ahí están nuestros hermanos indígenas, que son más de ocho
millones, como viven olvidados y sufriendo infrahumanas condiciones de vida.
Todo, absolutamente, cae en el
respeto a los derechos humanos, vengan de donde vengan. Ahora, nuestro país le está
haciendo de palero y represor contra los emigrantes ya sea de países centroamericanos
o nuestros mismos paisanos mexicanos, a los Estados Unidos.
Otra vez México pone los
muertos, los mutilados, los violados, niños, hombres y mujeres, mientras el
gobierno norteamericano y sus políticos a los cuales se agregan, grupos de su
sociedad, a reprimir, a estos migrantes, violentando sus derechos humanos. No
me refiero nada más al problema actual, que ni ellos, ni autoridades de nuestro
país, saben cómo manejarlo. Existen violaciones en sus derechos humanos, y a
los ya residentes migrantes, de cualquier país, son tratados en la forma más
bruta y salvaje. Además de discriminarlos en beneficios sociales, educación,
salud, entre otros.
México, no es hoy, ha sido casi siempre, violador de los
derechos humanos. Sea por índole política o delincuencial. Cárceles, por
llamarles de alguna forma, que no reúnen las más mínimas condiciones de salud.
Hacinamientos terribles, dejando que prolifere y dominen grupos de poder para
explotar o vender drogas, claro, entre
complicidades con las mismas autoridades.
El 10 de junio del 2011, se publicó
en el Diario Oficial de la Federación, una reforma constitucional de
trascendencia que, además de un cambio al sistema jurídico mexicano, inició una
gran transformación cultural en el país. Esa reforma se refiere a la materia de
derechos humanos.
Hoy en día existen vacíos en
la legislación, por ejemplo, para mejores resultados debería entrelazar con la jurisprudencia de la Ley General de Víctimas,
Ley sobre el Asilo o la Ley de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Aceptamos que hay avances,
pero todavía existen varios retos. Ya el 25 de junio fue presentado el Programa
Nacional de los Derechos Humanos 2014- 2018, que ya había sido publicado el 30
de abril del año en curso. Pero, decir que todo al parecer es de color de rosa,
todo reglamentado, nuevas leyes, todo lo que usted quiera, pero continúa
fallando por culpa del gobierno, políticos y ciudadanía.
Por ejemplo, este programa, no
es nuevo, viene desde el prestigio presidencial, de VICENTE FOX, aceptado
porque no le quedaba de otra, tenía que obedecer un acuerdo con la oficina de
los Derechos Humanos de la ONU, no dudando de ser un magnifico avance, no duró
mucho tiempo, ya que fue expedido casi al final de aquel jugoso sexenio. Con
otro panista, Felipe Calderón, que en lugar de continuar con este proyecto o
programa, hizo el suyo, que no se comparaba con el primero. Hoy, aquel proyecto
es retomado por el Presidente Peña Nieto y que además ha sido ampliado para
mejores resultados, reconociendo deficiencias, ineficiencias en diversas áreas,
como sería la prevención de las violaciones, el ejercicio de los derechos
humanos, entre otros aspectos que se están modificando.
Lo importante es que se reconocen
los problemas y así poder solucionarlos. Si analizamos fríamente lo que vive el
país, en diferentes regiones, donde el número de ejecuciones, desapariciones,
secuestros y la práctica generalizada de la tortura, entre otros, y que los
visitantes especiales del Consejo de Derechos Humanos de la ONU han expresado
su importancia y que luego se quiere ocultar, con discursos de los políticos
que dicen que van a la baja. No se concibe cómo con tanto cinismo quieren
mentir a una sociedad, hoy muy informada a través de las redes de comunicación.
Se pretende involucrar a la
sociedad civil para que avance en el seguimiento, además de que sea testigo de
sus avances, desgraciadamente la misma sociedad o tiene y vive con temores que
la hace muchas veces indiferente, o se hace cómplice de esos políticos en sus
mentiras o participa con un afán racista.
Pero, ¿por qué ha fallado la
aplicación de estos programas de respeto a los derechos humanos?
Ya mencionamos, que más de 10
años se viene haciendo el ejercicio de avanzar en combatir el flagelo de violaciones
de los derechos humanos. Si nos damos cuenta, gobierno, políticos y sociedad,
vienen jugando un papel, tan importante que son las causas de que persista una
elevada deficiencia, y tal parece que vivimos una tierra sin ley ni regla
alguna.
Se trata de crear una política
de estado que garantice en la práctica el ejercicio efectivo de los derechos
humanos. Se cuenta con el diagnóstico de la situación que vive nuestro país y
de sus regiones que en unas más y en otras menos, pero persiste este mal. En el
plan de acción se sabe dónde actuar y de qué manera cuando se señalan las
deficiencias, lo que no se puede aceptar que bajo ciertas circunstancias se
permita violar los derechos humanos consagrados en la Constitución, sea
gobierno o algunas otras instituciones, no es posible hoy, que calificando a
nuestro país, como uno de los principales violadores de los derechos humanos,
en las distintas actividades y áreas de activistas sociales, en los cerezos,
ciudadanos simplemente, ahora nos convirtamos en cómplices y alcahuetes del
gobierno norteamericano, cuando se refiere a los migrantes, organizando tontera
y media para dizque repatriar a esos seres humanos de distintas edades,
hombres, mujeres y niños, que al regresarlos, es enviarlos al infierno que viven
en su país, tampoco es justo, dizque darles trabajo por 72 horas, cuando
nuestros conciudadanos no tienen dónde laborar para ganar algunos pesos en
beneficio de su familia, tampoco es aceptable que las comisiones de los
derechos humanos de los estados o a nivel nacional, no estén atentos o ignoren
el sinnúmero de quejas, solo para quedar bien con el gobierno, como sucede en
nuestro Veracruz.
Respecto a los Derechos Humanos,
en su gran violación, están incluidos, el gobierno en turno, los políticos
cínicos y desalmados y no podemos excluir de ninguna manera, en cierto grado, a
la misma sociedad, que por miedo, temor, cae en la indiferencia a lo que
vivimos, experiencias muy terribles, crueles, que no tienen justificación
alguna.
¿Qué nos espera?